Un día como cualquier otro, Salió Alfredo de su casa, se despidió de su esposa con un beso en la mejilla, y al cruzar la puerta de su casa hacia afuera de la calle le dijo a Natalia, su esposa, “volveré al medio día”.
Pasando el medio día, llegando casi a las 2 de la tarde, Natalia ya estaba más que preocupada, pues Alfredo su esposo, aún no llegaba a casa.
Cerca de las 2:30pm tocaron la puerta, ella salió apresurada a abrir la puerta, pues podría ser su esposo. Al abrir se dio cuenta de que era su vecina, que con una respiración muy agitada como de venir corriendo, y algo angustiada, le dio la mala noticia a Natalia: “Tu esposo lo hallaron robando, y en este momento lo están crucificando al lado del llamado Jesús de Nazaret”
Natalia asustada, con lágrimas en su rostro, corrió a ver a su esposo vivo por última vez, colgado en una cruz.
Alfredo estaba colgado en una cruz, lamentándose de todo lo malo que había hecho, de te los robos y algunos asesinatos que tubo que cometer, pues todo esto lo había llevado a aquella cruz.
Lo extraño, fue que Alfredo en esos últimos suspiros de su vida, los dedico a defender aquel hombre llamado Jesús. Con Arrepentido de lo mal que hizo en su vida, y lagrimas de arrepentimiento en sus ojos Le gritó a su colega Luis, “cállate Luis, nosotros hemos robado y matado, pero este hombre no ha hecho nada malo…”
Y en ese Momento Alfredo que solo había hecho mal en toda su vida le dijo a Jesús, “oye, Jesús, Acuérdate de mi cuando estés en el cielo”
Y Jesús levanto su rostro y sonriendo le dijo: “Esperaba esas palabras hace mucho tiempo Alfredo, y por supuesto hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso”
Esta es la historia representada en la Biblia que muchos vemos en semana santa, pero pocos tenemos en cuenta.
No importa lo mal que hallas actuado en toda tu vida, Hoy mismo puedes decirle a Dios lo arrepentido que estas, y te puedo asegurar que Él te va a perdonar, y puedes empezar de nuevo y sin mirar atrás…
“El Hoy es un Regalo, por eso lo llamamos Presente”
