por RITCHIE PUGLIESE VIERNES 24 DE ABRIL DEL 2009
SALMO 103:1-2 “BENDICE ALMA MIA A JEHOVA Y BENDIGA MI SER SU SANTO NOMBRE. BENDICE ALMA MIA A JEHOVA Y NO OLVIDES NINGUNO DE SUS BENEFICIOS”
Una de las cosas que muchos cristianos critican de la gente que viene a las iglesias es “que solo vienen a buscar bendición, pero no al Señor”, pero el pasaje de hoy nos enseña con claridad que no debemos olvidar ninguno de los beneficios de seguir al Señor.
No podemos negar que seguir al Señor trae responsabilidades pero también tiene sus beneficios.
Podemos irnos hacia el extremo de sólo buscar las bendiciones o beneficios y olvidarnos de aceptar y rendirnos al Autor de las bendiciones.
El equilibrio está resumido en el texto del día de hoy. Nota que dice que primero bendigamos a Dios y que luego recordemos Sus beneficios.
Para agradar a Dios primero tenemos que hacer memoria de quién es Dios y reverenciarlo con nuestra alabanza y adoración. El resultado de eso será que el Espíritu Santo nos recordará lo que tenemos a disposición por ser hij@ de Dios.
Para agradar a Dios primero tenemos que hacer memoria de quién es Dios y reverenciarlo con nuestra alabanza y adoración. El resultado de eso será que el Espíritu Santo nos recordará lo que tenemos a disposición por ser hij@ de Dios.
Cuando disponemos nuestro ser para alabar y bendecir al Señor automáticamente empezamos a ser bendecidos pues Dios habita en medio de las alabanzas de Su pueblo que le bendice. Cuando el habita en medio de Su pueblo en ese lugar no puede haber otra cosa que Su bendición. Él es un Dios de amor.
“El Hoy es un Regalo, por eso lo llamamos Presente”
