DOMINGO 12 DE ABRIL DEL 2009
Un día Alfredo visitaba a su amigo que estaba en la clínica, su amigo se llamaba José, José estaba en la clínica por que sufrió quemaduras y roturas de huesos por una explosión que hubo en el trabajo, y al parecer José estaba empeorando.
Su amigo Alfredo no solo iba a visitarlo, sino que también aprovechaba para hablarle sobre Dios y José siempre le decía que no.
Entre tantas visitas, el doctor que estaba pendiente de José, le dijo a Alfredo antes de entrar a la habitación que su amigo José estaba empeorando, pues al perecer las quemaduras estaban creando problemas en su organismo, y cada vez mas iría empeorando, continuo el doctor diciendo, sus cuerdas vocales ya no funcionan, y es lo primero de muchos síntomas que va a padecer José.
Entonces entro Alfredo a la habitación de José y más aún le presento a Dios, donde así muriera, le esperaba una vida eterna.
Así que Alfredo le dijo: “José amigo, si quieres aceptar de que Jesús murió por ti, solo alza la mano, para saber que si quieres!”
Pero José, quedo inmóvil, pues insistía en que Dios nada haría por él.
El Sábado siguiente como era de costumbre Alfredo visitando a su amigo, y el doctor antes de que él entrara, lo detuvo y le dijo: “Alfredo, esta vez, tu amigo no puede mover sus extremidades, por muchos sus dedos y su rostro, lo lamento, pero tu amigo, no durará mucho.
Un poco triste, entro Alfredo a la habitación de su amigo, y con más razones, le presento una vez más a Jesús para que gozara de una vida eterna, una vida después de la muerte.
Y le dijo: “José amigo, si decides aceptar a Jesús solo mueve tus dedos, para decirme que si quieres!”, pero José empuño la mano, en señal, de que no quería nada sobre Dios… y una vez mas y triste, se retiró Alfredo de esa habitación…
Y a la siguiente semana, fue a ver a su amigo, y el doctor esta vez le dijo: “Alfredo, tu amigo, ya está muy mal, no creo que dure una semana más, esta vez, solo puede mover sus parpados y sus ojos para responderte, lo lamento…”
Alfredo entro un poco triste a la habitación de su amigo, donde posiblemente era la última oportunidad para que su muerte no fuera en vano. Y le dijo: “José amigo, tienes que darte cuenta que necesitas a Jesús, como aquel ladrón que fue crucificado al lado de Jesús solo le dijo a Jesús que creía en él, y Jesús le dijo que esa noche estaría con él en el paraíso…
Si quieres creer en Jesús y aceptarlo parpadea una vez, y si no quieres, parpadea tres veces…” y José parpadeó 3 veces. Hizo un esfuerzo de más para decir que NO quería aceptar a Jesús.
Muchas veces nos esforzamos más por hacer algo que No está bien visto, y para hacer algo bueno, tenemos pereza de hacer algo que requiere menos esfuerzo, como dijo Swami Siviananda
“Son necesarios CUARENTA músculos para arrugar la frente, pero solo QUINCE para sonreír”
Apocalipsis 3:20 “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.”
“El Hoy es un Regalo, por eso lo llamamos Presente”
