SALMO 139:23-24: “EXAMÍNAME, OH DIOS, Y SONDEA MI CORAZÓN; PONME A PRUEBA Y SONDEA MIS PENSAMIENTOS. FIJATE SI VOY POR MAL CAMINO, Y GUÍAME POR EL CAMINO ETERNO”. Muchas veces en nuestro colegio, cuando la profesora quería revisarnos la tarea y no le mostrábamos era: 1. Porque la teníamos mal o 2. Porque no la habíamos hecho. Y no dejábamos que nos EXAMINARA/REVISARA nuestra tarea. Pero ella desea hacerlo para que ella pueda saber cómo vamos, si estamos entendiendo su materia, si vamos por el “camino correcto” etc.. (mejor dicho todo lo bueno que desea un profesor para nosotros).
Pues bueno… Dios también desea hacer lo mismo, y no porque sea nuestro “profesor” sino porque es nuestro papá y nos ama! Quiere saber como estamos en nuestro corazón para comprobar si vamos por el camino correcto. Este versículo es un clamor de nosotros a Dios para que nos revise, para saber si estamos haciendo las cosas bien.
El único que puede realmente examinar tu corazón en Dios (Tu papá) y determinar lo que hay en él… y cuando Dios lo hace Él te lo hace saber para que tu también sepas que es lo que hay en tu corazón para que puedas mejorar esas cosas que a Dios no le agradan. Esto es muy chévere porque así te puedes conocer a ti mismo, tu corazón totalmente desnudo, sin apariencias ni caretas y así saber realmente quien eres.
Cuando le pido a Dios que me examine hoy, es porque estoy consciente de cuán escondido estoy en mi mismo. Pero hoy se que no me puedo conocer a mi mismo si no permito que Dios penetre en mi corazón y me escudriñe y en este día quiero y anhelo ser examinado por Dios.
Examíname Oh Dios. Escudriña mi corazón y ve si hay en mi camino de perversidad. Hoy quiero ser confrontado solo por tu amor y tu visión profunda. Si tú me examinas me mostraras lo que hay en mí y podré ser sano de todas mis perversidades. Amén.
El hoy es un regalo por eso se llama presente.
