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SALMO 133:1 ¡Mirad cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos vivan juntos y en armonía!
En casi todo lugar donde tomemos contacto con personas, siempre nos vamos a encontrar con una persona que tiene una actitud rencillosa y peleadora. Esto lo podemos ver en el trabajo, donde frente a nuestro escritorio tenemos a una persona, que está al acecho intentando crear a cada momento una nueva pelea. Lo podemos ver en la familia, en ese pariente que pareciera ser especialista en originar rencillas y problemas. Aun dentro de las paredes de las iglesias encontramos personas semejantes.
El pasaje de hoy nos dice que es bueno y agradable que los hermanos habiten juntos y en armonía. Uno puede estar junto a alguien pero sin armonía. La armonía es una actitud del corazón y debe ser la característica del cristiano que ama al Señor. Siempre nuestro deseo debe ser fomentar la paz, la unidad y la armonía dondequiera que vayamos. Aquellos que son peleadores y destructores de la armonía no cuentan con la aprobación del Señor. La atmósfera de Dios es la armonía y la unidad.
No te dejes llevar por las insinuaciones de tus compañeros de trabajo para hacerte enojar y pelear. Decide responder a lo malo con lo bueno de Dios.Se un promotor de la armonía y la bendición de Dios reposará sobre tu vida y diario vivir.
“El Hoy es un Regalo, por eso lo llamamos Presente”