jueves, 4 de marzo de 2010

LOS PLANES DE DIOS NO SON NUESTROS PLANES – (ENIO HOLLEMWEGUER)


– JUEVES 05 DE MARZO DE 2010





ISAÍAS 55:8-9 “Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!”

El único sobreviviente de un naufragio se encontraba en una pequeña isla deshabitada. El había estado orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba. Cansado de esperar, empezó a construir una pequeña choza para protegerse, y proteger las pocas pertenencias que le quedaban.


Un día después de haber andado por largo rato buscando comida, encontró que la pequeña choza estaba ardiendo en llamas y el humo subía hacia el cielo. Lo peor que había pasado es que todas las pertenencias que le quedaban, también las había perdido.

Estaba tan confundido y enojado con Dios y llorando le decía: -"¿Cómo pudiste hacerme esto? Me separaste de mi familia y me has quitado lo que más yo amo, ¿Qué quieres de mi Señor?"-.

Agotado y confundido de tanta desesperanza y de tanto llorar se quedó dormido sobre la arena. A la mañana del siguiente día, lo despertó el sonido de un barco que se acercaba a la isla…. ¡Venían a rescatarlo! Lo primero que preguntó fue: -“¿Cómo sabían que yo estaba aquí?”-. Y sus rescatadores le contestaron: -"Vimos las señales de humo que nos hiciste..."-.

Esta historia nos muestra cuán amplia es la visión que Dios tiene de las cosas que suceden en la vida de cada persona. En contraste nos muestra la visión humana que es limitada e incapaz de ver más allá de las circunstancias adversas, y muchos menos conocer los pensamientos y los planes de Dios. Por eso el apóstol Pablo en su carta a los romanos nos asegura: "Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman" (Romanos 8.28).


Nada de lo que pueda sucedernos está fuera de sus propósitos, aún cuando por nuestra limitada comprensión de la vida no podamos entenderlo y nos sintamos perdidos en la desgracia.
¿Cuántas veces nos ha sucedido algo parecido al de este hombre náufrago? ¿No le has preguntado al Señor lo mismo que él: ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿No te sentiste abandonado por Dios en algún momento? ¿No renegaste de Él por causa de algún sufrimiento?

Dios hoy te llama y te dice: no desesperes, continúa tu marcha, confía en mí. Yo estoy cuidando de ti, y dispondré todas las cosas para tu bien.

Si estás angustiado y triste, o perdiste las esperanzas, confía en esta promesa de Dios. Esto te hará permanecer firme y fuerte con la certeza de que Dios está cuidando de ti.

Lectura bíblica - SALMOS 121

El hoy es un regalo, por eso lo llamamos presente

En quién confiar? 😒

En epocas de elecciones presidenciales es muy dificil tomar su desición, pues quieren identificarse con una persona, que te represente...