(por RITCHIE PUGLIESE) LUNES 1 DE DICIEMBRE DEL 2008
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APOCALIPSIS 2:4 "Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
El paso del tiempo no sólo nos hace crecer, madurar y envejecer sino también puede hacer que le perdamos el verdadero “sabor” a las cosas que hacemos."
El paso del tiempo no sólo nos hace crecer, madurar y envejecer sino también puede hacer que le perdamos el verdadero “sabor” a las cosas que hacemos."
Paralelo a nuestro envejecimiento natural, puede sucedernos algo mucho peor: El envejecimiento espiritual. No hace falta llegar a ser un anciano para experimentar el envejecimiento espiritual. Le puede pasar a cualquier persona que descuida el conservar su primer amor hacia el Señor.
La pérdida del primer amor, aniquila la pasión y la entrega. Todo se transforma en algo formal, ritual y sin sentido. Eso puede sucedernos en cualquier área de la vida, inclusive en la parte espiritual.
Cuando el primer amor comienza a enfriarse se transforma en un amor a medias, tibio, sin pasión, y el primer lugar comienza a ser ocupado por cualquier otra cosa.
La iglesia de Éfeso experimentó lo que es hacer cosas para Dios sin el primer amor y sin pasión por Dios. Ellos pusieron su primer amor en el trabajo y no en el Señor proveedor del trabajo.
Cualquier cosa que emprendamos en la vida si no está saturada con una santa devoción a Dios, y con la llama ardiente del primer amor, le robará el trono de nuestras vidas al Señor.
“El Hoy es un Regalo, por eso lo llamamos Presente”
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